jueves, 11 de julio de 2013

Para orientarse, una brújula : "The Political Compass"

The Political Compass  (La Brújula Política) es el titulo de un sitio web en el que cualquier usuario puede acceder, de forma anónima, a un cuestionario a partir de cuyas respuestas, el programa instalado en el sitio web, asigna determinadas puntuaciones, que permiten obtener las coordenadas de la 'posición política' de cada cual en un plano de dos dimensiones muy similar al gráfico de Eysenck  que comentábamos en el post anterior.

En efecto, el sistema de representación sobre dos ejes perpendiculares que se propone en esta página es perfectamente compatible con el modelo de representación que proponíamos allí. La Brújula Politica concreta el modo de graduar los distintos ejes (Escalas de 0 a 10 en cada uno de los semi-ejes a partir del origen 0,0) y tiene la ventaja de que ofrece un cuestionario que permite establecer sobre el plano, de modo muy preciso, la posición política del sujeto al que se le aplica, sea un individuo, un partido o un gobierno:


El diagrama anterior, propuesto por la Brújula Política, representaría la posición de los principales partidos concurrentes a las últimas elecciones en el Reino Unido. Resulta sorprendente a primera vista que los laboristas, que se presentan como un partido de Centro-Izquierda, aparezcan situados tan a la derecha en el digrama y tan próximos a los conservadores de David Cameron. Sobre todo, porque los Liberal Demócratas de Nick Clegg, que gobiernan en coalición con los conservadores, se sitúan en una posición mucho más a la izquierda (mas intervencionista) y menos autoritaria (más centrista)  que los conservadores y que los propios laboristas.

Desde el punto de vista académico, esta página web ha de ser abordada con muchas cautelas por razones de diversa índole:
  • En primer lugar no es fácil saber qué personas, grupos ideológicos, económicos o políticos respaldan el proyecto. Sabemos que el sitio web se encuentra bajo copyright de Pace News LtdCuando indagamos acerca de esta sociedad, lo único que llegamos a saber es que se trata de una compañía registrada en Nueva Zelanda. Cuando se intenta saber algo acerca de los dirigentes y accionistas de esa sociedad, todas la referencias disponibles apuntan a que un presentador de televisión de escasa relevancia y presuntamente de orientación anarquista, es el presidente de la compañía y al mismo tiempo propietario del 99% de las acciones.
  • En segundo lugar, no he podido encontrar referencias académicas que garanticen, de algún modo, que el test utilizado en este sitio es pertinente para efectuar la medición que se pretende, como no hay ninguna cita de autoridad que nos permita confiar en que la asignación de puntuaciones a cada respuesta o el algoritmo empleado en el cálculo de las coordenadas finales, han sido contrastados por especialistas en sociología o en ciencia política.
  • Finalmente determinados sitios de internet, singularmente en la Wikipedia, se acogen determinadas discusiones en las que,  si bien las argumentaciones usadas no destacan precisamente por su rigor, no dejan de traslucir una cierta confrontación política en torno a la idea de que, tanto la aplicación del test, como los estudios complementarios que publica esta página, están notoriamente sesgados:
    • Por una parte, se pretende que el test plantea las preguntas de un modo tal y puntua las respuestas de un modo tal, que se exagera la tendencia a situar a la mayoría de los que responden el test en el cuadrante inferior izquierdo, que correspondería al espacio de la Izquierda Libertaria. 
    • Por otra parte, la Brújula Política, asigna a personajes históricos y lideres políticos actuales posiciones en su mapa, que no provienen de informaciones derivadas de respuestas de esas personas al test, sino de 'estudios realizados por expertos' sobre el pensamiento o la acción política de esos personajes. La posiciones atribuidas así a tales personajes, han recibido criticas que resaltan la tendencia exagerada a a situarlos en el cuadrante superior derecho, que corresponde a la Derecha Autoritaria.


De nuevo sorprende que Tony Blair aparezca situado a la derecha de Angela Merkel  y en posiciones más autoritarias que las de la Canciller alemana, de modo que el papa Benedicto XVI, resulta ser tan autoritario como el líder del Partido Laborista británico, pero mucho mas izquierdista que él.

En resumen, las criticas tienden a apuntar, sin argumentos excesivamente sólidos, a través de sospechas génericas, a la idea de que algunos individuos de orientación más o menos anarquista, actuando a título individual, han montado una empresa digital a través de la cual difunden la sensación de que las posiciones próximas al anarquismo son mayoritarias,  al tiempo que propagan la imagen de que los principales dirigentes políticos mundiales, están escorados hacia la derecha autoritaria, incluso en el caso de aquellos que son presentados por sus partidos y por los medios de comunicación como lideres del progresismo izquierdista y de la moderación democrática.

Por mi parte, tiendo a distinguir entre la validez de las posiciones que resultan de la auto-aplicación del test, y la validez de las posiciones que 'supuestos expertos' asignan a personajes históricos y lideres actuales. En mi experiencia, las primeras, las que proceden de la aplicación directa del test, resultan aceptables y creíbles.

Aunque aconsejo a mis alumnos que realicen voluntariamente el test, no dispongo de estadísticas que permitan detectar un posible sesgo de este sistema de representación, pues no solo no les pido los resultados de su test, sino que aprovecho para recomendarles vivamente que utilicen la información que obtienen, con las cautelas propias del científico que lee las predicciones de su horóscopo y, en todo caso, que consideren los resultados como una información privada que no deben incluir en sus perfiles de Facebook, ni difundir de cualquier otro modo en las redes sociales. Porque educar en el cultivo de la privacidad personal, me parece una virtud y una obligación ética en una enseñanza pública que no aspire a controlar y adoctrinar a sus alumnos.

Pero cuando se trata de fijar mis posiciones, entiendo que la situación es justamente la inversa. Puesto que deberé de instruirles sobre cuestiones políticas e ideológicas implicadas en el estudio de la Historia, ellos, mis alumnos, si que tienen cierto derecho a saber cuales son las posiciones desde las que yo les 'leo la Historia'. Pienso que no puedo hacerles perder el tiempo tratando de adivinar o intuir mis posiciones para descifrar esa lectura que les propongo de la Historia. Ni debo jugar a la frecuente ficción de que mis posiciones personales carecen de interés porque mis enseñanzas son 'objetivas' e independientes de mis afinidades y preferencias. Yo se que eso es mentira, tanto si se enseña Historia o Filosofía, como si se enseña Física o Biología.

Por esa razón, cuando realizo algún test de esta naturaleza, yo si les doy a conocer a ellos los resultados. Cuando cumplimenté el test de la Brújula Política, por primera vez, en 2009,  mis coordenadas fueron (-5, -5). Para escribir este post (julio de 2013)  he vuelto a realizarlo y todo indica que me he desplazado a la posición  (-6.5, -6). Es decir, estaba en medio de la izquierda libertaria y recientemente me he afirmado y radicalizado en mi posición habitual, aproximándome a la frontera que siempre me ha separado del comunismo y del anarquismo.

Ahí dice la Brújula que estoy. Me reconozco en esas posiciones. Me identifico con ellas. Y reconozco e identifico a mis vecinos, a mis adversarios. Me siento bien representado en este mapa, tanto en el punto de partida como en el de llegada, dicho sea con todas las cautelas precisas frente a un método de representación que es opaco y difícil de contrastar bajo una metodología científica. Debo advertir además que esas son mis posiciones politico-ideológicas. Esas posiciones, en mi caso y en el de otros tantos ciudadanos, no siempre coinciden ni se corresponden, como algunos esperan y hasta exigen con adscripciones partidarias especificas, o con opciones electorales 'coherentes'. Ni creo que sea imprescindible que coincidan. 

Frente al talibanismo de la 'sagrada coherencia', reivindico el derecho ciudadano a la contradicción incoherente, es decir, el derecho del ciudadano soberano, a votar lo que le da la gana y ademas, porque le da la gana, que en eso consiste exactamente la soberanía. Nuestro voto jamas sería libre, si antes de emitirlo o una vez emitido, hubiésemos de someterlo a aprobación del ideólogo, del moralista, del obispo o del ayatolah, o tuviese que obtener el nihil obstat del politburó del Partido o de la Asamblea del Realejo. Y esta no es una reivindicación preventiva. Es solo la afirmación de un derecho explicitamente reconocido en el artículo 21.3 de la Declaración Universal de los Derechos Humanos.

Con ayuda de esta brújula de mercadillo, he señalado mi posición. Invito a los lectores de este post a que la usen también y consideren si les sirve para señalar la suya. Pueden hacerlo visitando  este sitio, que es la versión en castellano de la Brújula Política.

Por mi parte, no volveré a utilizar este instrumento orientativo, ni albergo expectativas de polemizar sobre su utilidad o significado. Pero partiré de estas coordenadas que me ha proporcionado  para situarme en Mi Mapa y explorar allí, el territorio en el que estoy, quienes y cuantos son mis vecinos y como es la relación que mantengo con ellos. Pero eso será en un próximo post.