Aunque el gráfico propuesto inicialmente por Nolan constituyó un acierto propagandístico inmediato, sus partidarios debieron darse cuenta bastante pronto de tres fallos de diseño que merecían la introducción de ciertas modificaciones:
- Era conveniente que el eje Derecha-Izquierda recobrase su posición horizontal habitual, porque la posición diagonal convertía en incomprensibles la significación de las posiciones extremas.
- Como consecuencia directa de esa inclinación del eje Izquierda-Derecha, los libertarianos más avanzados, a los que se quiere presentar como los mayores defensores de todas las libertades, tienen la misma posición sobre el eje X, que la extrema derecha tradicional.
- Los territorios o espacios asignados a cada posición política son indeterminados, inconcretos, sin fronteras, sin límites definidos: cuatro rótulos, uno en cada esquina, son la única indicación, puramente alusiva a la posición de cuatro grandes grupos conceptualmente mal definidos y peor diferenciados.
Esas modificaciones se introdujeron tempranamente a través de una sencilla convención: se trata de levantar el eje X (Libertades económicas) imprimiéndole un giro de 45º en sentido contrario a las agujas de un reloj.
Mediante esa operación, tan sencilla y arbitraria como legítima, los problemas quedan resueltos de un plumazo, originando lo que aquí hemos llamado la propuesta renovada del Mapa de Nolan.
Para empezar, el tradicional eje Izquierda-Derecha, recupera su habitual posición horizontal.
Pero lo más importante en este nuevo diseño, es que los libertarianos-liberales, han logrado escapar de esa molesta posición visual que los identificaba con la extrema derecha y se han venido a colocar en una posición de alto contenido simbólico: no están ni en la derecha ni en la izquierda. Y tampoco están en el centro sino, literalmente, por encima de todas esas 'trasnochadas' posiciones. Y desde luego, en el extremo opuesto a los totalitarios. ¿Alguien puede soñar con ocupar un lugar más privilegiado y glamouroso en el hostil y peligroso planeta de la política?
Tratándose de un espacio tan deseado resulta imprescindible ponerle límites, barreras, verdaderos muros de contención que delimiten ese territorio. El desacomplejado narcisismo de los libertarianos provoca la ensoñación de que todo el mundo quiere ser liberal. Y eso le lleva a marcar su territorio para prevenir las oleadas de inmigrantes irregulares que inexorablemente querrán invadirlos.
Es por eso por lo que, siguiendo entrañables tradiciones americanas, empuñaron el tiralineas y trazaron las rectilíneas y geométricas fronteras de su territorio, diseñando al mismo tiempo los territorios de los demás, como todo creador que se precie, a su propia imagen y semejanza. De todos, menos de ese territorio llamado centro, cuya función principal es la de ser vecino de todos los demás, para evitar que ellos sean vecinos entre sí.
Colocar a un individuo dentro de ese mapa es extremadamente sencillo. Tan simple como contestar a un breve test con el que se establecen las coordenadas cartográficas del punto a ocupar en el 'espacio Nolan'.
Una versión ampliada del test, correctamente redactado en castellano puede encontrarse AQUI.
Yo lo he cumplimentado. He pulsado, lleno de zozobra, el botón de 'Enviar Test' y en mi pantalla ha aparecido este hermoso cuadrado*:
Mi corazón apenas si puede resistir este gozo repentino y visceral: ¡Soy un progre certificado!. Y no un progre cualquiera, no. Soy más progre que los del PSOE y los de IU. Al menos en lo 'social', en lo relativo a las libertades personales, pues en lo tocante a las libertades económicas soy un vendido al capital: estoy en la misma coordenada peligrosamente derechista que el PSOE, que como todo el mundo sabe, es igualito que el PP. Eso si lo miramos desde la posición IU, claro está. Porque visto desde la posición del PP, estoy 40º a su izquierda, o sea, un izquierdista radical, un peligroso zapaterista. Hasta aquí todo normal para alguien que se reconoce socialdemócrata, como ya puse de manifiesto en un post anterior dedicado a Antonio Muñoz Molina.
Lo que inquieta mi ánimo es la proximidad de mi posición a los libertarianos-liberales. Si os fijáis, un par de respuestas más reflexivas, más 'centradas', un par de dudas... y ficho por el Partido Liberal. ¡Que cosas! ¿no?. Tenía que salir de la duda y repetí el test. Por si mis respuestas hubiesen sido demasiado precipitadas y espontáneas. Pero nada: salvo que uno quiera hacer trampas en el solitario, el establecimiento de mis coordenadas políticas era correcto.
De todas formas, me encontraba perdido en ese espacio. No soy socialista (del Psoe), No soy comunista (de IU). No soy libertariano (del PL). ¿Soy cripto-anarquista? ¿Eco-pacifista, quizá? ¿Un maldito pequeño-burgués errante que no sabe donde va?. La duda me corroe las entrañas.
Necesito una segunda opinión. La opinión de un experto. Necesito ir a las fuentes de la cartografía política libertariana. Me voy a América a hacermelo mirar. Aunque me cueste un pastón en traductores. Me he dirigido a un famoso, eficiente, y popular Consultorio privado fundado en 1985, que aplica el test político más pequeño del mundo. Me refiero a la organización "Defensores del Auto-gobierno", cuyo fundador inventó otro test más escueto y preciso: el World's Smallest Political Quiz.
Naturalmente, también lo he cumplimentado con sumo cuidado. Menuda sorpresa. Esta es mi nueva posición en el mapa de marras. (Perdón, quise decir de Nolan, que no quiero problemas con los derechos de propiedad intelectual).
Ésta es mi nueva posición en el mismo sistema cartográfico. Ahora soy un Estatista, un nuevo concepto para definir lo que antes nos habían presentado como Totalitario o Populista. Me han debido de espiar. Han debido de leer, antes de que yo mismo lo publicara, mi inquietud por estar tan próximo a los libertarianos. Y me han premiado alejándome de su entorno. Se lo agradezco infinito, porque, al menos, no seré candidato a que los de Izquierda Anticapitalista me incluyan en una posible lista de 'scrachables' y eso siempre da un sosiego. Pero me han cubierto de vergüenza y han destrozado la imagen de demócrata que con tanto esfuerzo y contención de mis inclinaciones naturales, me había venido labrando en los últimos 50 años.
Menos mal que a mi provecta edad, una larga experiencia me ha enseñado a sobrellevar estos soponcios menores y no resulta necesario, ni siquiera, elevar la dosis de pastillas para la tensión. Pero vaivenes como este, no son aconsejables para adolescentes. ¿Se imaginan los problemas de inseguridad, los trastornos de personalidad que puede generar en estudiante de la ESO, que un test recomendado por su profesor los someta a estos bruscos cambios de posición en su universo político? ¿Quién podría hacerse responsable de las consecuencias el shock post traumático correspondiente? Yo desde luego, no me arriesgo a que el departamento de Orientación me llame al orden y emita un informe desfavorable.
Lo que es en mi pizarra, estos mapas, ni en pintura. Y no por nada, ¿eh?. Que yo me los he estudiado y los he considerado con cariño. Incluso que me han dado una alegría y cuando me he visto yo más progre que el PSOE y que Izquierda Unida, casi que me ha dado la idea de hacer un donativo anónimo a la causa. Pero es que lo que yo quería, no era llevarme una satisfacción, sino encontrar una herramienta para explicarle cosas a mis alumnos.
Y estos mapas, incluso en su versión renovada, sobre todo en su versión renovada, son sesgados, imprecisos, conceptualmente confusos en la denominación y delimitación de los espacios políticos, procedimentalmente arbitrarios, pues según quien te haga el test, puedes aparecer en una esqina del mapa o en la contraria. Y se trata de aclarar, de explicar. No de confundir y adoctrinar.
* Un argumento adicional. Ignoro la razón por la cual, estos señores libertarianos encargados de publicitar el gráfico, se han empeñado en llamarle rombo a la figurita. Por mas vueltas que se le de a un cuadrado, este sigue siendo un cuadrado. Como todo el mundo sabe, el rombo tiene sus lados y sus ángulos iguales dos a dos, mientras el cuadrado tiene TODOS sus lados y sus ángulos iguales. Parece mentira que discípulos conspicuos del Sr Nolan, al que presentan como una lumbrera del MIT, tengan ese desprecio tan pertinaz por la precisión terminológica. Razón de más para fundar mi decisión de no emplear este material en mis clases. Que esto llega luego a mis compañeros de Matemáticas y me hacen un escrache en la Sala de Profesores que tengo que pedir amparo. Y hasta ahí podríamos llegar.